Tanto en mis experiencias personales como profesionales y sirviendo de guía a personas a ser la mejor versión de sí mismas, he podido constatar que todo individuo en cualquier ámbito y situación de vida requiere desarrollar habilidades de comunicación para establecer vínculos efectivos y afectivos.
En los
entrenamientos personalizados tengo la oportunidad de trabajar con profesionales
independientes, emprendedores y dueños de negocios que se han convencido erróneamente a sí
mismos de que tienen muy buenas prácticas de comunicación.
Al final
descubren que muchas veces su no comunicación es la causa de: sus pobres
resultados, sentirse aislados, con pocos amigos y sin el apoyo que requieren. Para muchos la realidad es que están muy acompañados pero muy solos.
Pensamos
que el que más habla, más duro, y con palabras más rebuscadas es el que más
impacta con su mensaje. O aquel que más se impone, más cuestiona, más
contradice. O también, personas sumisas que todo lo acatan ante un interlocutor
dominante. En cualquiera de los roles priman las malas prácticas de
comunicación.
Tenemos
que tener en cuenta que hay hábitos que entorpecen nuestra comunicación
efectiva.
Oír no
es lo mismo que escuchar. La escucha es activa, es empática e incluso, a veces,
simpática.
Nos
dieron dos oídos y una sola boca, tal vez para escuchar el doble y hablar la
mitad.
Si
deseas mejorar la comunicación en todos los ámbitos de tu vida, estos 7 tips te
van a resultar bastante útiles:
1. Presta atención a la otra
persona mientras habla. Si estás jugando con tu chat, viendo televisión o
distraído es muy poco probable que captes el mensaje o lo puedes distorsionar.
2. Si estás reunido con alguien,
bien sea tu pareja, tu familia, tus clientes deja a un lado el celular, casi
seguro que ese no sea el momento indicado para chatear o estar haciendo visitas
por teléfono. Si lo piensas bien, habrá otros momentos más indicados para ello.
3. Deja que la persona termine sus
frases, no las redondees por ella.
4. Conversar con el otro no
significa estar de acuerdo con él. Puedes escucharlo sin disentir, sin dar
consejos y cantaletear. Una buena opción es solo dar consejos y opiniones si te
las solicitan.
5. Da un lapso de unos cuantos
segundos después de que tu interlocutor hable para procesar lo que dijo y lo
que tú vas a decir. Deja ese espacio de silencio, te darás cuenta de lo poderoso
que es.
6. Evita las conversaciones
autobiográficas donde eres la estrella y la figura principal. Cuando esto
sucede a tu interlocutor le toca tomar el rol de público que te aclama. Tampoco
te estoy sugiriendo que seas mezquino, no se trata de eso, no lleves las cosas
a los extremos.
7. Muestra menos interés por los
detalles de lo que el otro quiere contarte y presta mayor atención a la forma como
eso le afecta y le es importante.
Me
gustaría que te pongas solo por unos minutos en la tarea de evaluar que es lo
que más te acerca a una persona significativa en tu vida, recuerda momentos y
situaciones relevantes. Te vas a dar cuenta que son las experiencias
compartidas, y en esas experiencias la semilla, la esencia, es la comunicación
profunda.
Al
final del día, nos unen fuertes vínculos con las personas que nos podemos
comunicar desde el corazón, que nos escuchan de verdad, que nos abrazan con una
palabra, con una mirada cómplice, una sonrisa-risa espontánea, o… un silencio amoroso.
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