Los seres humanos tejemos complejidades que de pronto en el plano intelectual no las alcanzamos a procesar, pero sí en el plano intuitivo.
¿Te ha pasado que estás compartiendo con tu pareja y te sientes de
maravilla cuando de un momento a otro pareciera que la magia desaparece y
quedas aburrido, triste y vacío?
De pronto te sientes ignorado, invisibilizado o menospreciado. Y lo peor
es que no sabes como articularlo y expresarlo con palabras, sino que
simplemente te sientes como si hubiesen derramado sobre ti un balde de agua fría. También puede ser que a tu pareja le suceda lo mismo contigo.
Somos lectores de gestos y de emociones, esto nos lleva a saber la
verdad en cuestión de segundos aunque no sepamos constatarlo con argumentos, así
que no nos queda más que conformarnos a nosotros mismos diciéndonos que se
trata de una corazonada o de un capricho.
Según los especialistas del Laboratorio del Amor, dirigido por el doctor John Gottman, lo que pasa es que en un momento dado puede aparecer el monstruo de la
negligencia y se abre una brecha que trae consigo resentimiento, desazón y
frustración.
La negligencia no es otra cosa que la falta de cuidado o de aplicación.
Es como si te dejarán botado a la mitad de la carretera. En la interacción con
la pareja somos negligentes y ni siquiera nos percatamos de ello, y al final
del día nos podemos justificar diciendo que estamos cuidando de nosotros
mismos poniendo límites para hacer respetar nuestro tiempo y espacio personal.
Al relacionarnos con la pareja hay una cualidad que se valora en gran
medida y que podemos aprender a ejercer de manera consciente. Se trata de la
BONDAD.
Podrías creer que la bondad es el
antídoto de la negligencia.
Y aunque bondad se refiere a la calidad de ser bueno y a la inclinación
a hacer el bien se trata de trascender el autoconcepto que cada quien pretende “vender”
de sí mismo.
Somos expertos autoproclamándonos como individuos honestos, agradables,
simpáticos, carismáticos, responsables, honestos y en fin cada quien enarbola
sus propias banderas para venderse como el prototipo de pareja ideal.
Y no desconozco la importancia de todas estas cualidades. Pero la bondad
a la que me estoy refiriendo y que es vital aplicar en la cotidianidad con la
pareja requiere de algo más, se trata de mayor implicación y compromiso.
Se trata de ser bueno o bondadoso para el otro. Dedicarle el tiempo,
atención, escucha, palabras de valoración, gestos de sensualidad y afectividad,
actos de servicio que son importantes para el otro.
Vamos a lo práctico y planteemos cinco ejemplos del día a día en donde se
refleja como se aplica la negligencia y se hace caso omiso de la bondad:
- Cuando le dedicas tiempo a atender o a escuchar a tu pareja y luego cuando llega tu turno de expresarte te dice que lo dejes para después porque ya es hora del noticiero, o de su partido, o película preferida, o tiene algo que leer, o una llamada importante que hacer.
- Cuando le compartes una situación que te está molestando o preocupando y te das contra la pared porque te pregunta si eso es para tanto.
- Cuando llegas feliz a compartir eso que lograste o la felicitación que recibiste durante tu día y te topas con un “y tú si eres capaz con eso”, un “ajá”, “Humm”, “vea pues”.
- Cuando buscas un leve contacto y no hay receptividad así que te sientes mendigando una caricia, un beso o un abrazo.
- Cuando ante una petición te responden que lo resuelvas como puedas, al fin y al cabo es tu problema.
Concluye por ti mismo porqué es esencial la bondad:
- Mientras una persona sepa recibir la bondad o la evidencie en el otro, más bondadoso podrá ser consigo mismo. Se convierte en una espiral ascendente que redunda en depósitos importantes en la cuenta bancaria del amor.
- La bondad en la relación es como ir al gimnasio o practicar una rutina física. Es un músculo que se desarrolla. Así que eres tú quien elige si das la espalda y sigues con tu programa de televisión o tu celular o tu periódico o el distractor que elijas, o si por el contrario lo dejas de lado y le otorgas atención a la persona que te está ofreciendo una conexión emocional.
- No se trata solo de escuchar, quizás es hacer un masaje, brindar una caricia, hacer algo especial por el otro, un pequeño acto de servicio, quedarse en silencio y simplemente acompañar. En otras palabras, estar disponible para el otro.
La bondad es un importante predictor de la estabilidad, satisfacción y felicidad en
pareja porque permite que AMBOS se sientan atendidos, comprendidos y valorados.
Sé que la información que ahora mismo estás obteniendo es de gran valor
porque puede ayudarte a hacer cambios espectaculares en tu relación de pareja. No
dejes pasar la oportunidad de explorar tu vida
en pareja y llevarla al siguiente nivel de la mano de un entrenador experto en
desenmascarar emociones limitantes.
Recuerda que estamos a un click de
distancia para empezar ya tu camino y encontrar tu pareja ideal, aunque ya
tengas a alguien a tu lado, puedes aún hacer algo para que esa relación se
convierta en un oasis. Estoy para ti en crea.excelencia@gmail.com
Conspiramos por tu gran vida en pareja,
Ángela Rojas
Tu Coach de Pareja&Liderazgo con Propósito
P.D. Durante un conflicto con tu persona amada no resulta fácil ser
bondadoso, pero sí si te interesa realmente la estabilidad y la satisfacción, debes hacer algo por
aplicarla de manera consciente.