De la calidad de nuestras creencias será la calidad de nuestros resultados.
Si
estamos embarcados en pensamientos de angustia, de fracaso y de error,
difícilmente podremos alcanzar resultados de alegría, éxito y riqueza.
En el
artículo anterior hacíamos alusión a la cita bíblica “Cambia tu manera de
pensar para que cambie tu manera de vivir” de Romanos 12, 2.
Pocas
personas tienen el hábito de pensar acerca de pensar. Es decir, de escucharse
interiormente, de tener una lupa para estar analizando que es eso que sus diálogos
internos les están diciendo. Cuando aprendamos a conocer lo que pensamos
podemos pasar al otro nivel y es definir para que nos sirve eso que estamos
pensando, si nos acerca o nos aleja de nuestros objetivos.
Ahora te
estarás preguntando ¿Cómo podemos determinar si nuestras creencias nos sirven o
no? Aquí van tres claves:
No. 3
Revisar continuamente que es lo que estamos creyendo y si esas creencias
nos sirven para alcanzar los resultados que añoramos.
Las personas exitosas en el mundo revisan
continuamente lo que piensan y se abren al conocimiento, a aprender de otros, a
leer y estudiar contenidos que les ayuden a reflexionar sobre lo que hacen y
como lo hacen. La evaluación es constante.
En lugar de cerrar puertas, abren
más puertas y ventanas, y además, tienden puentes con personas de influencia
que saben sobre comportamiento humano.
En lugar de rehuir las fuentes de
conocimiento, por el contrario, buscan un mayor acercamiento para “esculcar”
con curiosidad “qué más puedo sacar de provecho para mí”.
Si eres de los que te repites continuamente que
“para que cambiar si toda la vida he sido así”, “es que a mí no me gustan esas
cosas tan raras”, “eso es una perdedera de tiempo y una bobada”, “yo prefiero
hacer las cosas a mi modo”, ” no creo que otra persona tenga mucho que aportarme”,
“eso es botar la platica, mejor me compro un celular de última tecnología o me
voy de paseo”. ¡Créeme, estas creencias y actitudes no te van a llevar muy lejos!
No. 2 No
basta con imaginar, decretar y pensar positivo. Todas
estas tareas son importantes pero no son suficientes en sí mismas.
Si hasta el momento has trabajado con una meta y no
has llegado a su cumplimiento y ni te acercas, es porque indiscutiblemente
estás alimentando una creencia que no te sirve para impulsarte.
Una persona con problemas económicos no sale de esos
problemas repitiéndose a cada momento “soy libre financieramente, soy libre
financieramente”, e imaginando un palacio para vivir. Si fuera solo pensando positivo ya muchos
serían ricos, ¿no te parece? Si anhelas algo y no lo consigues es porque tus
creencias te están obstaculizando.
No. 1 Ser
flexibles y honestos. Hay que ser muy honesto consigo mismo para
reconocer que la vida que estamos viviendo no es la que queremos, que tenemos
puntos ciegos que no hemos identificado.
Flexibles para tomar acción y buscar ayuda idónea.
Invertir en nuestro conocimiento y emprender los correctivos adecuados es
fundamental. Solos no podemos salir del atolladero.
Necesitamos alguien que nos
sirva de guía y facilitador, una mirada objetiva y con experticia.
Para todo en
la vida hay un sistema, un paso a paso. Si dominaras la técnica, te aseguro que
no estuvieras patinando en el mismo círculo vicioso.
Regalarnos una dosis de amor y compasión nos ayuda a reflexionar sobre
nosotros mismos de manera objetiva. Así podemos crecer y salir de la rueda del hámster
donde se repiten una y otra vez las mismas experiencias que nos alejan del
éxito y del crecimiento.
Confío en
que estás líneas te sirvan de inspiración y reflexión en el transcurso de estos
días.
Estaré pendiente de tus comentarios e inquietudes en crea.excelencia@gmail.com
Por el derecho a AMAR para ser AMADO,
Ángela
Tu Coach de Pareja&Liderazgo con Propósito
P.D. Hasta cuando vas a justificar tus fracasos y
tus postergaciones. Si trabajas en ti mismo, avanzas. Ningún carro gira
estacionado, es necesario ponerlo en movimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario