Para aspirar a alguien más competente, primero tú tienes que convertirte en alguien competente.
Muy próximos a la celebración del
Día del Amor y la Amistad en nuestro país, aprovechemos la fecha para hablar un
poco más de lo que significaría y haría la diferencia en nuestras vidas con una
relación de pareja extraordinaria que nos lleve a crecer, a vivir en plenitud, en
alegría, en gozo, en excelencia, es decir, en Amor.
En las carteleras de cine de la
ciudad están proyectando la película The Lunchbox o Los Sabores del Amor. Recientemente
tuve la oportunidad de disfrutarla por la calidad de guión y la estructura de
su historia.
En el contexto cultural de la India
y a partir de vivencias de la cotidianidad nos sumerge en los vericuetos del
amor. Poco a poco nos envuelve y nos compromete no solo a apostar por la
felicidad de los personajes, sino a profundizar en su propia vivencia y en la
forma como enfrenta cada uno el existir.
Los Sabores del Amor nos lleva de
la mano por un viaje para reconocer diferentes tipos de relaciones. Refleja los
sueños, las recompensas, las expectativas, los anhelos y obviamente los miedos
que anidan en cada ser.
¿Cuáles miedos?
Precisamente los que cada
integrante de la pareja lleva de manera individual a la relación y que son el
componente que desata el drama en las
relaciones disfuncionales.
Y esta cinta sí que refleja esos
miedos. El bloqueo que las personas pueden reflejar en una relación tienen que
ver con el sentir:
- qué no merecen una persona del talante y capacidad de su pareja,
- qué no son suficientes para el otro porque su autoestima y autovaloración están lesionadas,
- qué no están listos para el compromiso y el reto,
- qué no pueden confiar nuevamente porque ya se sufrió el impacto de un corazón roto,
- qué no son perfectos para el otro,
- qué el otro no es tan perfecto y por lo tanto no tiene nada que ver con la idealización que se tiene de la pareja.
Para muchos, una relación
romántica no pasa de ser un sueño por cumplir porque aunque la añoren no saben
como alcanzarla.
Tener una relación disfuncional quizás sea muy fácil.
Construir una relación funcional y sana es un reto.
¿Qué hace que sea fácil estar en
una relación disfuncional?
Quizás es más fácil y cómodo el terreno
conocido -así sea agresivo, egoísta, dominante, mentiroso, manipulador donde se
juega y se rota a ser la víctima y el victimario- que empoderarse y ser una
persona sana y competente emocionalmente, así cueste la píldora de la
soledad y el cuestionamiento mientras se sale a flote a la otra orilla.
¿Cuál sería el camino idóneo para
encarar esos miedos y hacer de la relación de pareja un terreno nutricio y sano?
Quizás el camino más honesto es profundizar
en el conocimiento de sí mismo. Conocer la raíz del miedo, trabajarla y
sanarla.
Las condiciones poco amables de
tu pareja tú las estás recreando y activando con tu baja autoestima y tu
creencia de no merecimiento que alimenta el no poder aspirar a alguien más competente
emocionalmente.
Para aspirar a alguien más
competente, primero tú tienes que convertirte en alguien competente.
Porque tal y como dice el
mexicano, Rubén González Vera, ¡las chanclas vienen en par!
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Confío en que estas líneas te
sirvan como referente de inspiración para ti y los tuyos.
Por el derecho a AMAR para ser AMADO,
Ángela
Tu Coach de Pareja&Liderazgo con Propósito
P.D. Existe la creencia de que
conocerse a sí mismo es saber cómo es uno. El concepto va más allá, es saber
como vivo con lo que soy, con quien soy.
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