miércoles, 3 de septiembre de 2014

¿Acaso somos analfabetas emocionales?

Si tan solo hubiéramos aterrizado en el planeta Tierra con un manual que nos enseñara a vivir, a conducirnos y comprometernos de una manera funcional y empoderante, nuestras relaciones serían más exitosas.


En esta era de sobreinformación y conocimiento sabemos mucho de muchas cosas. Pero, ¿hasta qué punto somos maestros de nuestra propia psicología y conocemos nuestras emociones?

En un alto grado somos analfabetas emocionales. Sino sabemos leer nuestra emocionalidad cómo pretendemos leer de manera efectiva la de nuestra pareja.

La mayoría de las relaciones de pareja son disfuncionales, en realidad un altísimo porcentaje. La concepción de pareja, de novio, de esposo la tenemos marcada de lo que vimos, aprendimos y vivimos con nuestros padres, y en muchos casos este no es el mejor modelo. Así que, ese fue el nivel de pensamiento que dimos por cierto.

Muchas relaciones en nuestra sociedad y de manera ancestral se han basado en el abuso emocional, sexual y físico; en la sumisión, la agresión y la violencia. Y justamente por repetición o por rechazo esos son los modelos que nuevamente repiten los hijos al crecer y entrar a relaciones de pareja.

Otras, por su parte cayeron en la rutina, el aburrimiento, en el conformismo, en soportar la indiferencia o la infidelidad.

Y qué tal si pudiéramos probar otras formas de relacionarnos, de establecer estándares saludables, de pactar acuerdos y de aprender a resolver el desacuerdo.

Nuestra pareja no es culpable ni responsable de nuestra emocionalidad. Pero vaya que sí es nuestro gran maestro porque como si tuviera una lupa súper gigante nos magnifica los traumas, los dolores, las heridas que venimos cargando en el cuerpo emocional, esas que se quedaron como impronta de lo que vivimos como chiquillos a raíz de la forma de relacionarse entre sí nuestros padres.

Decía Carlg Jung, gran maestro de la psicología, que nos casamos con nuestra mente inconsciente. Esto significa que resonamos con nuestra pareja, que ella es nuestro espejo para evidenciarnos precisamente ese nivel de pensamiento, de creencia, de trauma o de dolor que venimos cargando como maleta emocional.

No se trata de ser conformista y quedarse en una relación abusiva. No se trata de salir corriendo porque hay desencuentros. Si el gran porcentaje de relaciones son disfuncionales, consiste nuestra tarea en hacer algo para educarnos y entrenarnos para que la relación sea funcional, y para ello, cada integrante de la relación debe responsabilizarse al 100%, del 50% que le corresponde.

Si una vez sanado el dolor determinamos que en realidad la relación no merece ser salvada, ahí sí debemos apostar por otras opciones que nos permitan volar hacia relaciones de mayor poder, certidumbre, compromiso y amor.

Actualmente, muchas relaciones se rigen por los parámetros equivocados, siguen los consejos de personas que sin conocimiento se aventuran a dictaminar desde niveles y creencias que nada tienen que ver con los principios de éxito, fallan porque siguen los dictados de la moda impuestos por el mundo del espectáculo y la industria del cine y la televisión.  

Mi labor como Coach es tirar el salvavidas emocional para salvar relaciones. Enseñar el a, b, c de los principios y valores de las parejas extraordinarias.

Así como es posible cre.SER individualmente, sí que es posible, motivador y bonito cre.SER en armonía junto a una persona que te respalde, te acepte y te rete a ser la mejor versión de ti mismo.

Déjame saber tus opiniones en crea.excelencia@gmail.com y visita la página en Facebook, me gusta nutrirla periódicamente con mensajes que nos den pistas para reflexionar y aprender.

Confío en que estas líneas te sirvan como referente de inspiración para ti y los tuyos.

Por el derecho a AMAR para ser AMADO,

Ángela


Tu Coach de Pareja&Liderazgo con Propósito
P.D. Qué tal si te regalas la oportunidad de entrenarte para crear excelencia en tu pareja y si aún no la tienes, pues a diseñar la más buena y la mejor ¿te apuntas? 

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