miércoles, 24 de septiembre de 2014

Cuándo nos gana el miedo a amar

Somos seres con un origen Divino. Somos esencia de un Ser Superior y por lo tanto tenemos calidades específicas y particulares que nos diferencian de cada ser humano.


El hecho de ser diferente a los demás nos hace únicos, especiales, irrepetibles.

Es precisamente esa diferencia la que también nos lleva a vivir en sociedad, a nutrirnos de una red humana en la cual podemos invertir, crecer, contribuir.

Muchas de nuestras metas y sueños truncados se deben a que en ocasiones nos ganan los miedos a mostrar realmente quienes somos, el miedo a dejar brillar nuestra esencia, el miedo a permitir que nuestras habilidades y fortalezas toquen a otros seres humanos.

Muchas veces nos relacionamos desde el miedo. El miedo a no ser aceptado como soy, a no ser aceptado con todos mis problemas y limitaciones.   

Queremos mostrar lo que no somos, lo que no tenemos. Queremos evadir que tenemos puntos ciegos y algunas zonas oscuras de nuestro ser por resolver.

Nos da miedo que el otro descubra realmente quien somos y nos dedicamos a crear capas y capas de carbón para cubrir el diamante interno que es nuestra esencia real y divina.

Estamos tan ocupados de pulir lo que somos para pretender ser lo que no somos que nos perdemos de vivir y disfrutar.

Cuando queremos probar un restaurante nos llama la atención precisamente que marca la diferencia, cuál es ese plato que los hace diferente.

Sucede lo mismo cuando deseamos entrar en una relación de pareja. Cuando alguien nos llama la atención, nos atrae, precisamente nos seduce lo que hace a esa persona especial, lo que no encontramos en los demás. Es precisamente eso lo que hace que nos quedemos a compartir esa experiencia de vida.

Una pareja llena nuestra existencia por aquello que la hace diferente y única. Cuando desde el respeto aceptamos sus puntos ciegos y su vulnerabilidad. Cuando esa persona nos complementa con lo que brilla y lo que no brilla de ella. Cuando abordamos a nuestra pareja desde la aceptación y la generosidad nos damos el espacio para amarla como el ser completo y perfecto que es.

Para crecer como seres humanos debemos conocernos profundamente. Y consiste en no cambiar nuestra esencia sino más bien en reconectar con nuestra esencia. En abordar que es aquello que nos limita, nos lastima y nos previene de mostrarnos realmente como somos. 

Cuando nos conocemos profundamente quitamos las capas de carbón que nos rodean y dejamos aflorar el diamante poderoso, brillante y valioso que constituye nuestra esencia.

Darnos la oportunidad de profundizar en las capas de carbón es el más bello regalo que nos podemos brindar para que reluzca el diamante y podernos ahora sí brindar desde el Amor y no desde el miedo.

Confío en que estas líneas te sirvan como referente de inspiración para ti y los tuyos.

Déjame saber tus opiniones en crea.excelencia@gmail.com; visita la página en Facebook, espero que dejes un me gusta para crecer la audiencia y logra llegar cada vez a más personas que puedan nutrirse de un nuevo conocimiento. Puedes también contactar CreaExcelencia en Twitter.

Por el derecho a AMAR para ser AMADO,

Ángela


Tu Coach de Pareja&Liderazgo con Propósito


P.D. El miedo a conocernos profundamente trunca nuestro éxito y nuestra excelencia. Coraje y valentía son dos palabras clave.    

No hay comentarios:

Publicar un comentario