Aterrizó febrero y ya en un parpadeo de ojos pasó el primer mes del año. El asombro quizás llegue porque todos los buenos propósitos de la noche de año nuevo se esfumaron. Sin más, la euforia inicial se apagó y está haciendo de las suyas el monstruo del día a día.
¿Las promesas que
te hiciste te sirven solo para llenarte de desilusión o por el contrario aún te
impulsan y vas con ellas?
De mil personas que se plantean una meta, solo una es persistente en mantenerla y
hacer lo que sea necesario para llevarla a buen término.
¿Eres del grupo
de los mil o eres ese 1 que sigue remando
y remando?
Muchas personas
abandonan su meta ni siquiera porque así lo quieran sino porque no cuentan con
los elementos suficientes para saber cómo vivir la vida de sus sueños.
Ya me has
escuchado varias veces decir que lastimosamente en una sociedad sobreinformada
somos ANALFABETAS EMOCIONALES: demasiado competentes a nivel tecnológico e
INCOMPETENTES en desarrollo personal.
Estoy alucinada
con las cifras sobre suicidio que reporta la OMS. Según este organismo, en el
mundo cada 30 segundos hay un suicidio. Se trata de violencia autoinflingida.
Sí, escuchaste
bien. Cada medio minuto una persona decide terminar con su vida. Esto suma unas
3 mil personas por año. Y 60 mil personas lo intentan y no lo consiguen.
Me imagino que
tú que sigues estas líneas tan bien te sorprendiste porque realmente consternan
y nos ponen a reflexionar. Es fácil caer en la depresión, y vaya que sí que
difícil salir sino se cuenta con las estrategias y la ayuda idónea.
El vacío interior
de no saber cómo alcanzar nuestros sueños, de cómo crear nuestras vidas, ocasiona patologías tan serias como la depresión. Somos nosotros los que
creamos depresión por carecer de la educación suficiente sobre como conocernos
a nosotros mismos y no contar con el sistema adecuado para reconectar con
nuestros potenciales de creación para crear los resultados que queremos.
Alcanzar una
vida de éxito necesariamente no debe conllevar el dolor, la presión y la
desilusión con la que nos enseñaron que deberíamos triunfar. Aquello de que
vinimos a sufrir y a llevar la cruz a cuestas porque o sino no somos seres
dignos de contar con un ida de éxito es hora ya de revaluarlo.
Claro que hay
que llevar una cruz a cuestas, sí, la vida es un reto lleno de retos. Pero,
cómo los vamos a enfrentar, desde cuál perspectiva, con cuál actitud. Desde la
carrera desenfrenada o desde la orilla contraria de caer en la trampa de no
esforzarse, no hacer nada, no correr la milla extra.
Es justo este el
momento de revaluar:
- qué creemos y para que lo creemos;
- cuáles son las distorsiones mentales que tenemos sobre lo que es triunfo, éxito y abundancia;
- cuáles son los hábitos emocionales y mentales que nos alejan de contar con nuestra pareja y nuestra vida ideal;
- cuáles son los errores y hábitos que nos alejan de una vida extraordinaria
- qué hace que nos acomodemos a vidas pobres y empequeñecidas.
Te invito a
repensar que vas a hacer contigo este año que marque la diferencia en tu vida.
Cuáles son tus verdaderas metas y qué vas a diseñar para cumplirlas. Y más aún
cómo vas a hacer para llevarlo a cabo, ¿dispones de lo que necesitas para
cumplirte a ti mismo?
Recuerda que
estamos a un click de distancia en crea.excelencia@gmail.com
Por tu
Excelencia,
Ángela Rojas
Tu Coach de Pareja&Liderazgo con Propósito
P.D. Si ya te
cansaste de ser el ratón dando vueltas en su rueda, corriendo incansablemente
sin llegar a ninguna parte es porque es hora de hacer algo serio contigo mismo.
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