miércoles, 15 de abril de 2015

Cómo distinguir el amor profano del sagrado

El sueño de encontrar una pareja ideal y preservar la relación con esa persona es común a todas las generaciones, culturas, sexos y edades. 


¿Qué tan fácil y viable resulta para ti cumplir ese sueño? ¿Te sientes capacitado, preparado y cuentas con los recursos efectivos para llevarlo a cabo?

Infortunadamente son pocas las personas que se sienten listas para vivir en una relación de manera armónica, equilibrada y en conexión con su pareja.

El consumismo, la cultura y los patrones aprendidos poco o nada nos inculcaron sobre como conducir una relación a un nivel de excelencia.


Relaciones del común

Por defecto, se viven relaciones comunes, del día a día, profanas.

Y cuando me refiero a algo profano consiste en tratar algo sagrado sin el debido respeto, deshonrar, prostituir, hacer uso indigno de cosas respetables.

Si tan solo le diéramos a la relación de pareja el valor, el honor y la prioridad que se merecen tendríamos una vida con unos estándares de felicidad bastante altos reflejados en salud emocional, financiera, intelectual, física y obviamente espiritual.

Las personas que son religiosas podrían esgrimir la defensa de que ellos sí viven relaciones íntegras y lamento decir que se trata de dos cosas diferentes. Dios no tiene religión, como afirmaba Gandhi. Así, que independiente de la concepción de Dios que cada quien maneje y de la religión que profese habrá quienes siendo muy religiosos no aportan el sentido sagrado a su vivencia individual, colectiva y mucho menos íntima.

Las 3 etapas

Para escalar en una relación que cierre la brecha entre lo profano y lo sagrado podríamos considerar que hay tres etapas importantes:
No. 3 Amor Inteligente o AmorSmart, donde se cuenta con los recursos, estrategias y conocimientos tanto de sí mismo y de su emocionalidad para apalancar la relación.

No. 2 Entendimiento, es hacer consciente lo inconsciente. Cuando ya no solo se dice que se sabe o se conoce algo desde el nivel intelectual sino que se hace tránsito al nivel de la consciencia, de conexión con el ser interno donde lo esencial al ser humano cobra su real valor.

No. 1 Sabiduría, para integrar inteligencia y consciencia se requiere “la prudencia que hace verdaderos sabios”. La sabiduría se envuelve en amor, aceptación, admiración y generosidad profunda. Todos son ingredientes de alto valor para hacer de tu pareja y de la relación la prioridad, el centro.

Cuando llegas al nivel en que ya no buscas quien te ame, sino a quien amar, la perspectiva de lo sagrado, de lo divino, de la conexión real llega, por lo tanto se supera el nivel de lo profano.

No se trata de un camino fácil pero sí posible. 

Ni la sumisión ni la dominación tienen cabida en un amor sagrado. 

Renunciar, desapegarse, y empoderarse son esenciales a este proceso de crecimiento interior desde la pareja y con la pareja.

Máscaras del ego


Azotar el ego entendido como egocentrismo, egoísmo, egonarcisismo da paso a una autoestima funcional donde ahora sí reinan el amor y la sexualidad sagradas caracterizadas por la aceptación, autovaloración, y la independencia/autonomía.

Quizás una excelente definición de un amor sagrado la puede tener Leo Lee, cuando reitera: servir a lo que se ama; no servirse de lo que se ama.

¿Te has detenido a pensar cómo has concebido hasta ahora tu relación íntima: desde lo profano o desde lo sagrado? Quizás este sea un buen momento para reflexionar sobre ello, puede ser la respuesta que te lleve al porqué no logras una vida en pareja como la que has soñado.

Recuerda que si deseas hacer el tránsito de lo profano a lo sagrado en tu relación y alcanzar la vida que tanto has soñado estoy lista para acompañarte en este maravilloso viaje en crea.excelencia@gmail.com

Por el derecho a Amar para Ser Amado,



Ángela Rojas
YO SOY Tu Coach Personal Para La Excelencia





P.D. Hacerse cargo de sí mismo y de su calidad de vida es el ingrediente básico para una relación de alto impacto y valor. ¿Te apuntas?

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