Cuando decidí que quería esculpir la mejor versión de mí misma pensaba que había muchas cosas mal conmigo: mi salud... mis finanzas... mi ejercicio profesional... mi relación con Dios y con los seres humanos y con la naturaleza en sí misma...
Igual tenía muy claro que no soy perfecta ni en esas áreas de mi vida ni en las demás que no enuncié.
Sin embargo, me preguntaba si realmente lo que quería era ser perfecta.
Para mí, ser perfecta resulta demasiado aburrido ya que es verse como un zombie o un robot: ¿se trata de ser premeditado o programado o cuadriculado?
Entonces, se pierde la espontaneidad, el factor sorpresa???
Además, es posible que algún día de tanto trabajar en uno mismo se llegue a no equivocarse, a no sentir rabia, a no estar triste, a no fallar, a dejar de necesitar amor, compañía, afecto... a no sentirse solo???
En fin, con tanta oscuridad en mi pensamiento igual decidí emprender este viaje y empecé a despojarme del equipaje emocional que he cargado por décadas y del que aún quedan algunas maletas.
Lo único en que sí tengo un panorama despejado es que ya no son tan pesadas, ni tantas, ni tan grandes. Y bueno,
en el camino me he dado cuenta de que quizás desde el principio tenía una única premisa correcta y es que no quería ser perfecta de la manera en que en ese momento lo concebía: la chica programada para "cero errores".
Tanto tú como yo somos hechura de Dios y por lo tanto ÉL nos amasó perfectamente imperfectos.
Y hummm, ¡qué descanso!
No creo que Dios se hubiese equivocado en su tarea creadora y por accidente salimos así: imperfectos de fábrica. Desde ese punto entonces,
puedo darme el permiso de ser imperfectamente humana, invirtiendo en mí para ser perfectamente imperfecta de manera Divina.
¿Habías hablado contigo mismo sobre este tema? ¿Te puedes sentir sorprendido?
Te invito a leer este artículo las veces que sean necesarias, con una única condición y es que no lo proceses solo desde el intelecto, mejor obsérvalo con el corazón.
Te propongo mejor que mires cómo te sientes con lo que te dicen estas líneas...
¿ves paz interior... te hacen sentir plenitud... amor por ti y por tu naturaleza... te brindan un aire de serenidad... vislumbras un halo de esperanza... miras que se abren posibilidades para ti?
Sembrar nuevas semillas de esperanza en ti hace que mi misión tenga sentido, solo así sé que estoy cumpliendo con el propósito de Mi Imperfecta Perfección.
Para mí es un honor que me abras la puerta para acompañarte en esta nueva aventura y trabajar juntos para esculpir tu mejor versión. Estoy para ti en crea.excelencia@gmail.com
Por tu Excelencia,
Ángela Rojas
YO SOY Tu Coach Personal Para La Excelencia
No hay comentarios:
Publicar un comentario