miércoles, 19 de noviembre de 2014

Es tu relación, ¿una flor silvestre o cultivada?

Lo que se aprecia se cuida. Cada quien determina el valor que le asigna a su relación de pareja, si representa una flor silvestre o una fina y cultivada. Así mismo será relativa la inversión de tiempo, dinero, esfuerzo que invierta en ella.




¿Qué harías si deseas tener un jardín de orquídeas porque te parecen lindas y anhelas verlas florecidas y disfrutar de su aroma, de su colorido y de su belleza?

No basta con anhelarlo y que te gusten para ver las flores. Si sabes poco del tema te tocará asesorarte y aprender. Requieres saber cuáles son las condiciones para que el suelo esté fértil, cuál es el abono preciso, las condiciones de luz, el riego, en fin un sinnúmero de detalles que harán que al cabo de un tiempo tu vista y tu olfato se deleiten con maravillosas flores.

Para todo ello vas a requerir de tiempo, ocuparte de las plantas, invertir el dinero que sea necesario en literatura sobre el tema, quizás asistir a un curso o contratar asesoría, comprar los insumos y abonos necesarios, disponer del espacio físico y hacer las adecuaciones que demanden.

Las orquídeas no son flores comunes. Para verlas florecer se requiere de tiempo y persistencia, de la paciencia y dedicación de su jardinero. Y bien, he puesto como referencia cultivar orquídeas pero igual el ejemplo lo puedes llevar a otros temas de tu agrado como un pasatiempo o hobby, o aún un deporte que te interese.

Así como cuidar un jardín requiere de dedicación lo mismo ocurre con la relación de pareja. Se pretende erróneamente que un romance prospere simplemente porque se “invirtió” en la etapa inicial de seducción. Digamos que esta es la parte fácil y rápida.

Mantener la relación es una inversión consciente. Infortunadamente poco se sabe y algunos van de tumbo en tumbo porque carecen de educación emocional.

Ya me has oído decir que somos analfabetas en muchas áreas, y cada quien domina algunas y desconoce otras, para eso estamos ¡para aprender! Sin embargo, uno de los tópicos de mayor analfabetismo es el emocional y de ahí que contemos con una salud lábil en esta misma área.

Querer una pareja y tener una persona al lado no es lo mismo que tener una relación sana, empoderada y funcional. Me encanta la frase de Michael Levine que dice que tener un piano no lo vuelve a uno pianista. Y es lo mismo, tener unas matas de orquídeas no significa que vayan a florecer.

Cuidar la relación de pareja necesita más que atracción. Por simple química no perdura en el tiempo. Requiere de cuidado y dedicación, entender las necesidades y el lenguaje de amor del otro, y tener la osadía de arriesgarse a invertir como si se tratase de ese cultivo que tanto anhelas ver florecer.

Y esto es válido tanto para aquellas personas que ya están en una relación y la sienten como un formalismo, y para aquellos que siguen solos porque ninguna relación “cuaja”.

Es imperativo limpiar el terreno y formarse para poder cultivar con éxito. Educarse es básico. Para aprender a leer y a escribir requerimos de años de entrenamiento y práctica, de la guía de padres y maestros, sino nacimos aprendidos no queda otra que poner manos a la obra y hacer lo que sea necesario con tal de sacar la relación adelante.

Confío en que estas líneas te sirvan como referente de inspiración para ti y los tuyos.

Déjame saber tus opiniones en crea.excelencia@gmail.com; también puedes visitarme en Facebook y en Twitter.

Por tu Excelencia,

ÁngelaR


Tu Coach de Pareja&Liderazgo con Propósito

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