miércoles, 5 de noviembre de 2014

Y, ¿qué hay de tu salud emocional?

Es frecuente ver como en los comerciales de televisión se incentiva a las personas a renovar frenéticamente sus aparatos de telefonía celular. Te ofrecen en una promoción que supera el millón de pesos un equipo para que no te quedes rezagado y estés a la altura de tus amigos y de tu círculo. 

Y es aún más curioso como los usuarios acceden tan fácilmente a este tipo de mensajes y cambian equipos en buen estado y de versiones recientes solo por sentirse que están a la par, a la moda, y poder presumir con lo último del mercado.

Sin embargo, las mismas personas son renuentes a invertir en su salud emocional, en conocerse en un nivel profundo, en indagar acerca de cómo orientarse en su vida desde su sentir y su ser porque cualquier dinero que apuesten en este sentido les parece una suma escandalosa y difícil de conseguir.

Ahora mismo, la prioridad es como gastarse el dinero en la rumba, los regalos, la ropa de moda, renovar el televisor, el celular, los equipos tecnológicos, los juegos electrónicos, unas vacaciones o algo que en finalmente llene el vacío de no saber quien se es y compense por ende la necesidad de estatus.

Y al regreso a la cotidianidad pasa la anestesia y se retoma la misma vida en mediocridad: el cansancio, el estrés de las deudas, la angustia por un trabajo que no se disfruta, el caos de una relación de pareja que no trae frutos y los estados de ánimo de ira, frustración, soledad y desencanto.

Nos acostumbramos a gastar en banalidades y nos olvidamos de la importancia de invertir en nuestra salud emocional, aquella que nos brinda plenitud, crecimiento y tranquilidad.

Y no se trata de desvirtuar los beneficios del descanso y de un gran estilo de vida. Se trata de cuestionarnos como usamos los impulsos del consumismo para cubrir nuestras emociones desarticuladas, desequilibradas y limitantes.

Se trata de preguntarnos sobre cuáles son las verdaderas razones por las cuáles hacemos lo que hacemos.

Se trata de identificar cómo estamos disfrazando una realidad interna con una máscara externa.

Y ahí es dónde te formulo una pregunta poderosa:

¿Qué tanto sabes gobernar tus emociones, o ellas te controlan a ti?

 Hay tres pautas que te pueden servir para revisar cómo abordas tu salud emocional:

#3 Enfrentas o afrontas: no es lo mismo luchar, pelear o increpar la emoción a afrontarla y trabajar su origen, sus repercusiones y lógicamente que te indica, que te avisa, que te revela de ti mismo.

#2 Huyes o aceptas: disimular la emoción diciendo que no te pasa nada, que las cosas no son así, que los demás se equivocan frente a ti y buscar mecanismos como dormir, salir de rumba o de paseo, ver televisión, comer, drogarte, ingerir licor u otras sustancias son algunos de los mecanismos de evasión a los cuales se suele recurrir.

#1 Enquistas o liberas: cuando no trabajas las emociones la mente las guarda en un baúl, la enquista y las deja para que te dirijan como si se tratara de tu control automático. Cuando asumes la emoción, la procesas y la liberas te revistes con nuevos y empoderados estados y creencias que te apalancan para vivir en tus términos.

Ahora te dejo esta pregunta para tu reflexión: ¿cuánto te está costando seguir los lineamientos del consumismo por continuar reacio a invertir en ti mismo, en tu conocimiento y en tu crecimiento?

Cuando tienes dolor de muela vas al odontólogo; cuando tienes una infección ocular recurres al oftalmólogo;

¿qué te previene entonces de buscar la ayuda idónea y dejar el hábito de querer arreglarlo por ti mismo partiendo de que si supieras como solucionarlo tú solo ya lo hubieras hecho?

Confío en que estas líneas te sirvan como referente de inspiración para ti y los tuyos. Puedes contactarme en crea.excelencia@gmail.com y definimos juntos como salir del laberinto emocional en que ahora mismo estás sumido/a.

Déjame saber tus opiniones en crea.excelencia@gmail.com; también puedes visitarme en Facebook y en Twitter.

Por tu Excelencia,

ÁngelaR


Tu Coach de Pareja&Liderazgo con Propósito

P.D. ¿Prefieres probar que estas en lo correcto o ser feliz?


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