El tema que hoy te propongo es neurálgico y puede levantar ampollas, muchas ampollas. Sin embargo, lo considero esencial para el momento histórico que estamos viviendo y cada quien desde su nivel de pensamiento le dará cabida en su corazón y podrá o no abrirse a otras formas de pensamiento. La percepción de cada quien es absolutamente respetable.
Nuestro país está afrontando una
crisis en materia de prestación de servicios de salud que no solo es motivo de
atención para los pacientes sino también para el personal médico, asistencial y administrativo.
En mi concepto y desde una perspectiva holística, la
situación actual de la salud, no solo en Colombia sino a nivel mundial, tiene
que ver con algo más que un componente financiero que es la regla que lo rige.
Traspasando
esa frontera, se trata más bien de HUMANIZAR
EL SERVICIO DE SALUD PARTIENDO DE LA
EXPLORACIÓN INDIVIDUAL Y EMOCIONAL DE QUIENES LABORAN COMO MÉDICOS, Y EN EL ÁREA ASISTENCIAL Y/O
ADMINISTRATIVA.
Si son ellos mismos quienes desconocen que somos la integración de mente,
cuerpo y espíritu, si son ellos mismos quienes están lidiando a nivel personal
con crisis de salud mental, emocional y de conexión con su propósito de vida;
cómo van a ser ellos gestores de la transformación de sus pacientes.
Pacientes que infortunadamente en
nuestro medio, para muchos, perdieron el valor individual y personal y mejor
son vistos como clientes, como la fuente económica que provee un ingreso y
sostiene un negocio llamado enfermedad.
Cómo van a llegar los profesionales
prestadores de salud, con este esquema de pensamiento, a considerar la sanación o curación del paciente y no
más bien a perpetuar por años patologías que a la larga resultan bastante
lucrativas tal y como está sucediendo con la anuencia de los
laboratorios y proveedores de medicamentos.
La falta de coherencia y la
dualidad entre la vocación de servir y la práctica profesional dictada por el
sistema ha generado altos índice de estrés y crisis emocionales entre los
profesionales de la salud con incidencia negativa en sus ámbitos familiares,
sociales y en su relación de pareja reflejados en divorcios, el no contar con
una pareja estable, conflictos familiares, adicciones, soledad, depresión, mal
genio, carencia de habilidades sociales y comunicativas, en fin VACÍO INTERIOR.
Ante este tipo de tensiones,
estrés, depresión, ansiedad y crisis de identidad y con el afán de soliviarlas se
ponen en las manos de drogas psiquiátricas por considerarlas como la única
opción.
Al descansar su problema en manos de
un tercero, llamado drogas generadoras de hormonas de placer, están desconociendo su propio poder interno de encontrar sus
respuestas y salir del laberinto en que se hallan inmersos.
Estar en balance es quizás una de
las cosas más sencillas que podemos lograr. Pero no aún así, la más fácil. Nos
enseñaron desde nuestras familias e instituciones a pensar de manera condicionada,
disfuncional y tóxica. A vivir desde la falta de coherencia interna buscando
soluciones fuera de nosotros cuando nuestro diamante interno puede brillar si
simplemente limpiamos el carbón que lo cubre.
Podemos salir de esa burbuja de
ilusión siempre y cuando tengamos la disposición, la disciplina y el coraje de
enfrentarlo. De resto es más fácil continuar en manos de la pastillita a la
cual le hemos entregado el poder mágico de “maquillar y amortiguar” nuestro
dolor.
Humanizar la salud en Colombia y
cambiar este esquema loco de contratación, de no-atención, y no sanación está
más allá de las políticas gubernamentales y de un sistema basado en intereses
financieros.
- Está en la mente y disposición de cada médico, especialista, personal de enfermería, asistencial y administrativo de entender su propia existencia y su vocación como un TODO.
- Está en la intención de honrar su propia vida para honrar con dignidad la vida del paciente.
- Está en la convicción de conectar realmente con el propósito de vida.
Mientras de manera obcecada
insistamos en no invertir en nosotros mismos tiempo, esfuerzo y disciplina no
vamos a poder sanar y poner en balance nuestra salud emocional y mental. De lo
contrario, seguiremos en la rueda del hámster al mismo ritmo de la locura, la
depresión y la ansiedad calmada con estallidos de placer y drogas “legales”
promovidas por instituciones legales.
Humanizar la salud y humanizar la
atención en salud es posible. El equilibrio emocional y el trabajar en sí mismo
es quizás la primera medida de urgencia que requiere el personal de salud en
Colombia.
Este es un tema bastante
neurálgico como ya te dije desde el principio. No es para todos y no todos
están preparados para afrontarlo de una manera madura y explorarlo con curiosidad. Sin
embargo, si es de tu interés profundizar más te brindo dos alternativas: programas
de entrenamiento individual y los paquetes corporativos.
Recuerda que el primer contacto
es GRATUITO Y DE EXPLORACIÓN para determinar de que manera podemos trabajar
juntos. Te invito a conocer más detalles escribiendo a crea.excelencia@gmail.com
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Ángela Rojas
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